jueves, 3 de abril de 2008
Turismo ecológico: Barbacoas, una belleza para toda la vida
Quienes hemos tenido el privilegio de frecuentar el Parque Dinira,sector la Cascada del Vino, en las últimas tres décadas, podemos hablar con propiedad(con el permiso de los barbacoenses y sus alredededores) de la querencia de esta tierra y su belleza.,desde cuando transitábamos a pié desde la otrora estación de gasolina de la encrucijada hacia Humocaro Alto ,por la carretera polvorienta de curvas empinadas,de matas de moras en sus orillas y donde se iban quedando las pisadas aventureras, de la rebeldía adolescente de un grupo de jóvenes empeñados en relacionarse con la naturaleza, pasando por Hato Arriba,La peña, La Polkera hasta llegar a la Cascada. Allí conocimos el placer del paisaje, del clima, del agua y su color característico y el derecho de soñar a que esta belleza era para toda la vida. No nos hizo falta la energía eléctrica,ni los equipos de sonidos, bastaron nuestras voces y un cuatro para el ambiente musical, un balón de voleibol para continuar las caimaneras del Liceo Eduardo Blanco ,un sartén ,una olla y otros peroles para practicar la solidaridad y la amistad que perdura aún en la mayoría de ese grupo. Fueron una, dos, tres y mas veces que esto se repitió y con el pasar de los años lo continuamos, ya con nuestros hijos, esposa(so) y nuevos amigos y en ese andar y venir hemos sido testigo de los cambios que el tiempo muestra.
No es nuestro objetivo, en este artículo, mencionar las carencias de la zona, ni de las promesas incumplidas por los gobiernos municipales y estadales, al fin y al cabo uno no sabe si las condiciones de la carretera, entre otras, a evitado el deterioro acelerado del Parque Dinira y la influencia de la violencia citadina .Mas bien, hablar sobre el potencial turístico y las medidas a tomar para conservar estas bellezas..
Gratamente sorprendió, la construcción de la carretera que va de los Humocaros hacia Barbacoas, que se está haciendo de concreto lo que indica larga vida, tambien las mejoras en la Escuela granja de Hato Arriba que ojalá retome la importancia de años atrás, donde se formaron excelentes peritos agropecuarios útiles a la patria, y que hoy se insertan en la soberanía alimentaria y agroturística.
También la intención de campesinos de la zona, de colocar puestos de servicios (Comida, baños) y áreas para acampar que da pié para que en el futuro inmediato se haga de una manera mas coordinada y organizada, que los prestatarios perciban el beneficio para ellos y para el ambiente, así evitaríamos el desagradable espectáculo de botellas, plásticos y otras basuras por todo el trayecto.
Es justo destacar también, el laborioso trabajo que realiza el personal de INPARQUES, coordinado por el incansable PIÑITA, que años tras año a la cabeza de un grupo de voluntarios vela por el buen uso del Parque, sobre todo del área de la Cascada Del Vino, de él surgen valiosas ideas que deben ser tomadas en cuenta para el futuro turístico de la zona.
Queda de parte de todos hacer del Parque Dinira y su Cascada del Vino, de La cueva de la Peonía, del Paramito, de la Aguada de Arenales y del pueblo de Barbacoas, una belleza para toda la vida, como algún día cuando chamos, lo soñamos.
Miguel Rojas
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