Este y otros con la misma tónica son los titulares que en estos días, han inundado los periódicos regionales, producto de la medida implementada por el ejecutivo para recuperar el Valle del Turbio, que por muchos años a estado destinado al cultivo de la caña. Tanto terratenientes, aspirantes electoreros, falsos ecologistas y demás fauna del que hacer antichavista, declaran de manera sistemática en estos medios, haciendo ver que dicha medida va contra la producción de alimentos, el derecho al trabajo, la propiedad privada, y contra el ambiente mismo, por cuanto el gobierno pretende “rancherizar” el valle ,con unas supuestas invasiones, las mismas con las que incitaron a las clase media a armarse hasta los dientes, cuando el paro petrolero, de ahí ,lo común de ver “Defendamos el Turbio” en los carros últimos modelos,(muchos comprados por el plan Venezuela móvil y luego revendidos hasta por el doble).
Si antes no se había tomado esta medida, era sencillamente porque no había voluntad política, ni interés en confrontar el poder económico, por supuesto, era como pegarle a la familia, pero indudablemente que recuperar el valle para convertirlo en un parque o monumento nacional, va a garantizarle agua y esparcimiento a los futuros larenses y estados vecinos, es una medida que ya no puede esperar. Los intereses del pueblo están por encima de una empresa, de supuestos dueños de tierra que hasta la fecha algunos no han demostrado la autenticidad de la propiedad, y también de políticos con ambigüa posición. El problema del deterioro del ambiente requiere medidas urgentes, desde hace años la contaminación de Barquisimeto por la quema de la caña, ocasiona en la población infantil trastornos respiratorios, permanente lluvia de cenizas y otros.
Por su crecimiento poblacional el estados requiere fortalecer los acuíferos y uno de ellos se encuentra en este valle, además de la imperiosa necesidad de conquistar nuevos espacios para el esparcimiento y recreación para toda la familia, sobre todo a los que por razones económicas no tienen posibilidad de viajar a otros sitios de interés.
Con respecto a la producción de alimentos, y la fuente de trabajo que genera la siembra de caña, recientemente el estado hizo una inversión en los llanos venezolanos que garantizan la producción de azúcar para el consumo nacional con tecnología de punta que mejora el rendimiento de los recursos, a diferencia de los utilizados en el valle, con sistemas de siembra y riego obsoletos que a la final generan poca mano de obra.
Rescatar el Valle del Turbio, insisto, es mejorar nuestra calidad de vida, garantizarle agua a los barrios, esparcimiento a bajo costo en la ciudad, respirar aire menos contaminado; va mas allá de unos niñitos ricos y viejas emperifolladas gritando que no hay propiedad privada, que no habrá azúcar para endulzar su Coca Cola,que no habrá trabajo, sencillamente es la lucha de clases; de aquellos que lo han tenido todo y los otros que reclaman su derecho a disfrutar de las bondades de la riqueza de la tierra, del trabajo, y de la vida.
Miguel Rojas
Expresionlatina@gmail.com
Miguel Rojas
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